domingo, 12 de febrero de 2012

LA NO TAN OLVIDADA CURVA DE LAFFER


Tras el anuncio del nuevo gobierno español de subir un impuesto que paga todo el mundo como es el IRPF cabe preguntarse si esa decisión puede ayudar a recaudar más impuestos y si esos impuestos tendrán una afectación positiva mayor que el recorte sobre el (posible) consumo que tal acción conlleva. Para responder ante tal duda solo nos cabe una posibilidad: ¡conocer el futuro! pero desgraciadamente somos economistas, no profetas, por lo que nos tendremos que atender a modelos y teorías que, basándose en el pensamiento lógico y racional y los datos pasados, pueden ayudar a vislumbrar lo que sucederá. 

Es el caso del impacto de la reforma de ejecutivo comandado por Mariano Rajoy: sólo el tiempo dirá si ha sido un acierto, pero nosotros nos podemos atener a varias teorías, por lo que hoy repasaremos una de ellas, la curva de Laffer. La historia es bien conocida: en una cena muy importante repleta de altos cargos de la administración americana, Arthur Laffer, ni corto ni perezoso, cogió una servilleta y dibujó a todos el siguiente gráfico:


De arriba abajo, la línea muestra la recaudación total del gobierno a través de impuesto, y de izquierda a derecha, el tipo impositivo. 
¿Pero qué es lo que nos cuenta este croquis? Algo muy sencillo que básicamente depende del deseo de las personas a trabajar una hora más. Si la tasa impositiva es muy baja al principio, el gobierno puede seguir subiéndola para conseguir una subida de la recaudación, dado que entonces la gente entenderá que para ganar tanto dinero como hasta ahora necesitará trabajar un mayor espacio de tiempo. Mientras que si al principio de todo, la tasa era ya muy alta y la sube un poco más, la recaudación final descenderá, ya que las personas entenderán que no les sale a cuenta trabajar más tiempo para seguir ganando lo mismo si al final el gobierno se quedará una parte tan grande de las rentas que han obtenido. 

Simplemente es eso, mucha gente hasta la fecha lo había intentado explicar con términos más dificultosos (las ganas de alguien a trabajar una hora más las llamaba propensión marginal al trabajo) o incluso muchísimo más dificultosos (los dos efectos comentados atrás los denominaban efecto renta y efecto sustitución), pero nos parece que no se necesita mucha más explicación… ¿o sí? 

El lector más sutil habrá pensado “fantástico, ahora solo nos queda saber dónde estamos nosotros como sociedad: en la parte izquierda del gráfico, pagando muy pocos impuestos todavía, o en la zona derecha, pagando demasiados”. Pues esa es, sin lugar a dudas, la pregunta del millón, dado que absolutamente nadie lo sabe, incluso, ni se ha podido saber a posteriori a ciencia cierta (piensen que el gran ajusta tributario de Nixon se basó en la teoría del señor Laffer…y acabó en el mayor desajuste de la historia de los Estados Unidos). Por lo que si el presidente Rajoy ha colocado la “t” del tipo impositivo medio un poco más hacia la derecha, esperemos que la “r”, la recaudación total, acabe subiendo, sino, sería una muy pésima noticia para la recuperación de la economía española.

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