Tras el anuncio del nuevo gobierno español de subir un
impuesto que paga todo el mundo como es el IRPF cabe preguntarse si esa decisión
puede ayudar a recaudar más impuestos y si esos impuestos tendrán una
afectación positiva mayor que el recorte sobre el (posible) consumo que tal
acción conlleva. Para responder ante tal duda solo nos cabe una posibilidad: ¡conocer
el futuro! pero desgraciadamente somos economistas, no profetas, por lo que nos
tendremos que atender a modelos y teorías que, basándose en el pensamiento
lógico y racional y los datos pasados, pueden ayudar a vislumbrar lo que
sucederá.
Es el caso del impacto de la reforma de ejecutivo comandado
por Mariano Rajoy: sólo el tiempo dirá si ha sido un acierto, pero nosotros nos
podemos atener a varias teorías, por lo que hoy repasaremos una de ellas, la
curva de Laffer. La historia es bien conocida: en una cena muy importante
repleta de altos cargos de la administración americana, Arthur Laffer, ni corto
ni perezoso, cogió una servilleta y dibujó a todos el siguiente gráfico:
De arriba abajo, la línea muestra la recaudación total del
gobierno a través de impuesto, y de izquierda a derecha, el tipo impositivo.
¿Pero qué es lo que nos cuenta este croquis? Algo muy
sencillo que básicamente depende del deseo de las personas a trabajar una
hora más. Si la tasa impositiva es muy baja al principio, el gobierno puede
seguir subiéndola para conseguir una subida de la recaudación, dado que
entonces la gente entenderá que para ganar tanto dinero como hasta ahora
necesitará trabajar un mayor espacio de tiempo. Mientras que si al principio de
todo, la tasa era ya muy alta y la sube un poco más, la recaudación final
descenderá, ya que las personas entenderán que no les sale a cuenta trabajar
más tiempo para seguir ganando lo mismo si al final el gobierno se quedará una
parte tan grande de las rentas que han obtenido.
Simplemente es eso, mucha gente hasta la fecha lo había
intentado explicar con términos más dificultosos (las ganas de alguien a
trabajar una hora más las llamaba propensión marginal al trabajo) o incluso
muchísimo más dificultosos (los dos efectos comentados atrás los denominaban
efecto renta y efecto sustitución), pero nos parece que no se necesita mucha
más explicación… ¿o sí?
El lector más sutil habrá pensado “fantástico, ahora solo
nos queda saber dónde estamos nosotros como sociedad: en la parte izquierda del
gráfico, pagando muy pocos impuestos todavía, o en la zona derecha, pagando
demasiados”. Pues esa es, sin lugar a dudas, la pregunta del millón, dado que
absolutamente nadie lo sabe, incluso, ni se ha podido saber a posteriori a
ciencia cierta (piensen que el gran ajusta tributario de Nixon se basó en la
teoría del señor Laffer…y acabó en el mayor desajuste de la historia de los
Estados Unidos). Por lo que si el presidente Rajoy ha colocado la “t” del tipo
impositivo medio un poco más hacia la derecha, esperemos que la “r”, la
recaudación total, acabe subiendo, sino, sería una muy pésima noticia para la
recuperación de la economía española.
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